Hoy hemos ido de nuevo a Mas Mimó. El nivel del chaval sube domingo a domingo de manera espectacular. Desde la última entrada hemos salido tres o cuatro veces más. Estamos empezando a utilizar la marcha corta y empieza a hacer sus primeras zonas. No contamos pies ni nada por el estilo. Se trata de pasar por sitios más complicados. Esto le gusta cada vez más.
Observo que tiene ciertas dificultades con el freno de atrás. Casi no lo utiliza. El chico se encuentra más seguro subiendo que bajando, pero ya empieza a pasar por sitios que a priori me da la sensación que no se atreverá. ¡Es fantástico! Sigo con los criterios de siempre: Mucha calma, yo siempre delante para que él vea la posición del cuerpo y, sobre todo, no forzar nada. Si no se atreve a pasar, ¡tiempo habrá!
El entorno hoy era espectacular porque en Mas Mimó todavía quedaba mucha nieve de la nevada del pasado día 8 de marzo. De nuevo ha sido un grandía.
Además, el otro día en Castellolí me encontré con un viejo amigo del colegio que ha vuelto al trial después de más de 20 años de parón. Hoy nos ha acompañado. Estoy contento de haber retomado este contacto. Es curioso comprobar como lo que se aprende de pequeño deja una base bestial. Mi amigo, a pesar de estar muy oxidado, cogerá un buen nivel por poco que entrene.
Es también una lección: Es una gran ventaja poder aprender este deporte desde niño.
domingo, 14 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario